PERSONAL DE PROTECCIÓN

La finalidad del escolta es proteger la integridad del Cliente, suele tratarse de personalidades públicas o privadas con una relevancia social o empresarial importante.

 

La prevención es el primer punto a tener en cuenta, pues se trata de evitar o adelantarse a las situaciones de conflicto con el fin de poder solucionarlas de la manera más correcta y eficaz.

PROTECCIÓN VIP

 

ACOMPAÑAMIENTOS  EN VIAJES

 

PROTECCIÓN DE CELEBRIDADES

 

CONTRATACIÓN DE SERVICIOS POR HORAS

 

SERVICIO DE CONDUCTORES DE SEGURIDAD

 

PROTECCIÓN DE FAMILIARES, (HIJOS, ESPOSA, ETC.)

 

 

    La figura del Escolta

 

Suele denominarse escolta a quién, tras la realización de cursos de especialización en protección, posee suficientes y probados conocimientos, demostrando cualificación para desarrollar labores de protección a personas.

 

Se necesita una preparación especial, el conocimiento de técnicas específicas y, sobre todo, una fortaleza psicológica capaz de controlar y dominar cualquier tipo de situación, por violenta o ridícula que pueda parecer. Debe tenerse claro desde el principio, que el escolta, no solo protege la integridad física de aquel a quién custodia, sino también la de sus familiares y bienes, incluso

su imagen social y pública.

 

Generalmente, la posición social que ocupa viene de la mano de un cierto nivel de popularidad, y esta, en muchos casos, depende de la imagen que proyecte a la sociedad. Es el caso de gente del espectáculo, deportistas famosos, incluso políticos y financieros.

Estas características, marcan muchas de las peculiaridades de un servicio de escolta. Por tanto, definen el perfil del auténtico profesional que prestará un servicio de protección eficaz.

 

Debe tenerse en cuenta que el personal de seguridad deberá, en el ejercicio de sus funciones, relacionarse con personas, medios e instituciones privadas y públicas, además del público en general. Fácilmente puede deducirse, por tanto, que un escolta deberá cuidar su aspecto y ser correcto en su comportamiento general y especialmente en su relación con la personalidad a custodiar, su gabinete o equipo de colaboradores, su familia, entorno con la prensa y la ciudadanía en general.

 

Será reservado y discreto con la vida privada y relaciones de la personalidad a custodiar, a la que tendrá acceso debido a sus funciones, y deberá tener presente que de esa discreción puede depender, en un momento determinado, la ejecución de un atentado.

 

A lo largo de la historia siempre se ha necesitado proteger de un modo individualizado a personas por su especial relevancia en la sociedad.

 

Dentro de nuestra sociedad debemos aceptar que hay determinados sectores que presentan un mayor riesgo, como suele ser la esfera política, financiera o empresarial, sin sustraer otra serie de colectivos que también pueden ser objeto de atentados o agresiones.

 

La actividad cotidiana de las personas se desarrolla tanto fuera como dentro del interior de recintos. Para que dicha actividad pueda realizarse con normalidad, es necesario que alrededor de las personas exista un clima de seguridad que favorezca sus actividades cotidianas, sin que la seguridad interfiera tanto en la labor personal como profesional.

 

Los ataques y agresiones ponen de manifiesto que a pesar de las medidas de seguridad adoptadas, la protección no es efectiva al 100%, sin embargo cuando dichas medidas se aplican responsablemente, con rigor, optimizando los recursos humanos y materiales disponibles para llevar a cabo estas tareas, la seguridad puede alcanzar un alto grado de efectividad. Ello contribuirá a que el riesgo de atentados sea mínimo y la probabilidad de éxito frente a este tipo de acciones sea muy elevada.

 

Por lo tanto la finalidad de la protección de personas consiste en establecer en torno a una personalidad una zona de seguridad, mediante un dispositivo de carácter preventivo y disuasorio que permita controlar y reaccionar ante cualquier eventualidad, por medio de la neutralización, la cobertura y la evacuación.

 

La seguridad se configura como un sistema organizado para custodiar a una persona, un lugar o un objeto determinado, que permite controlar lo que sucede en una zona y reaccionar adecuadamente.

 

La protección integral tiene un mayor alcance y consiste en que la cobertura al protegido se extiende a todo, es decir, a la esfera personal y la profesional, contemplando cada una de estas desde la protección dinámica y la protección estática.

 

 

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